lunes, 4 de abril de 2011
Como ayudante de cocina de las hermanas
Fue enviada a Salamanca, primero a hacerse cargo de los niños y después como asistente del albergue. Ella quería en realidad se Hermana. Un día, mientras trabajaba con la azada, encontró una medalla de María Auxiliadora. Poco tiempo después una misteriosa amiga la llevó al Oratorio de las Hermanas. La invitaron a quedarse allí como ayudante. Cosa rara, la cocina fue su lugar para educarse y a menudo iban a la cocina para obtener una palabra amable de esta chica de la cocina, joven e ignorante.
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